sábado, 6 de junio de 2009

Contra Igniero Correa

La mañana estaba maravillosa, el sol había evaporado la humedad de las primeras horas dejando el verde en condiciones ideales para afirmarse en los botines y amortiguar el impacto de la carrera, la temperatura invitaba a calentar los motores en la acción del deporte porque una brisa fresca garantizaba la refrigeración permanente de los músculos exigidos y no enfriaba lo suficiente para temer los impactos dela fricción del futbol. Solo se extrañaba la recepción siempre cargada de chistes sutiles y análisis estratégicos de Ignacio, porque debía acompañar a su hijo en una intervención quirúrgica que gracias a Dios salió muy Bien.
En el ánimo del grupo no se percibía rastros de las broncas de Malvinas, y tras de unas motivadoras palabras de Ricardo, el equipo se plantó en la cancha. En los primeros minutos ambos equipos intercalaban predominancia en la cancha sin que se genere mucho peligro hacia ningún arco. Pero el trámite por los laterales comenzó a hacerse más rápido y con mayor contacto. Hasta que en una jugada Fernando ganó una pelota y el rival superado le pegó un golpe que Fernando sin dejar de avanzar con la pelota devolvió con un manotazo hacia atrás que salió en dirección al rostro, el árbitro cobró falta pero este muchacho se lanzó en busca de pelea, Fernando se plantó en forma defensiva e hicieron algunos ademanes pero no hubo más golpes. Pero les valióla expulsión a los dos. Unos instantes después le cometieron falta dentro del área a Fabián y se produjo un duelo de arqueros, Héctor pateó bien el penal sin embargo el buen arquero rival adivinó el tiro y lo rechazó pero el Cura que ya estaba “endiablao” salió de la nada y metió de un surdazo el único gol del primer tiempo. El partido se convirtió en un campo de batalla, no solo porque los dos equipos estaban empeñados en robar cada pelota y jugar para adelante, sino que las faltas, los golpes y empujones se multiplicaban, a pesar de una que otra amarilla (más aplicadas a las protestas que a las infracciones reales) y el pedido de calma de los compañeros. Ricardo tubo el buen tino de sacar a Sergio antes que sea expulsado porque estaba muy molesto con el árbitro a quien no dejaba de reclamar y ya cargaba con una amarilla.
En el entretiempo faltó el agua pero no la tranquilidad, se volvió a respirar ese clima de compañerismo fraternal que extrañamos en fechas anteriores, se hicieron los cambios de rigor. Y salimos con una extraña calma, digo extraña, porque el resultado no nos garantizaba nada y el partido estaba muy difícil, Ingeniero Correa estaba demostrando con juego, paredes, pases precisos, anticipos, y velocidad porque es uno de los favoritos de la zona. Sin embargo nosotros funcionábamos mejor, Héctor se lució en el arco, la defensa le imponía una muralla a las intenciones ajenas; el medio recuperaba y generaba juego; y los punteros ponían a prueba el arquero rival, especialmente Fabián que siempre es un problema para la defensa opuesta y nos provee de ese oxigeno que son los goles; y el cura que de tanto exigirse terminó lleno de raspones y con la camiseta manchada de su propia sangre. Ha no me tengo que olvidar que Matías jugó un buen partido a pesar de estar muy dolorido (grande Gordillo).
Una mala fue cuando Roberto, base de nuestra defensa, al intentar rechazar una pelota se encontró con el pié levantado de un delantero que lo dejó muy dolorido.
Pero luego de mucho impacto, llegadas, jugadas, atajadas, tiros cortos y en profundidad. Pero con cada vez más llegadas de ellos, nuestra hinchada se estaba poniendo ansiosa y pedía tiempo con desesperación para que termine la angustia. Pero inesperadamente Bernardo se agenció una pelota de un ataque rival y comenzó a encarar desde el fondo, a correr por el medio de la cancha sin que pudieran alcanzarlo los mediocampistas un poco desordenados de I. Correa y siguió asta la puerta del área y justo antes que le cayeran encima dos defensores la tocó milimétricamente a Fabián que quedó solo contra el arquero y este definió con oficio. Luego todo fue alegría hasta tuvimos un par de chances claras más que desaprovechamos pero nada importó. Por su lado ellos no pudieron en lo anímico y bajaron el nivel. Algunos hasta mostraron su malestar instantes después del partido pero solo mientras duró la eforia.
El Tano llegó para gritar el gol del triunfo y disfrutar del momento.
Creo que es muy valiosa la victoria pero más que eso lo fue la del ánimo el autodominio. Que es lo que más se pondrá en juego a partir de esta fecha. Debemos poder adueñarnos de nuestros impulsos y conquistar nuestros temperamentos. Especialmente contra el Lillo que conocemos por su impulsividad, allí podemos ganar ese partido.
Aguante FASTA!!!

FICHA: Fecha: 9°- Rival: Ingeniero Correa - Resultado: 2 a 0 - Goles: FASTA (, FASTA - Camisetas: Roberto.

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