Por el Dr. Ácido Úrico
Sin menospreciar lo abultado del tanteador, la primera conclusión que dejó el cómodo 5 a 0 frente a la Universidad Tecnológica es que el equipo Fasta alcanzó la primera meta del semestre, es decir disputar las instancias finales del campeonato.
Pero más importante que el resultado –previsible, por cierto- es cómo se gestó la goleada. Y allí el juicio es categórico. Fasta goleó porque jugó muy bien. Y en el fútbol, salvo accidentes o circunstancias que se dan cada muerte de obispo, siempre gana el que juega mejor. 
Ajeno al calor –a las 12 el termómetro trepaba a los 38 grados- Fasta salió dispuesto a marcar de entrada. Aprovechando la diferencia numérica, hizo circular por las bandas y llevó peligro con algunos remates de media distancia. Cargando el juego sobre la derecha, donde Héctor sacaba ventajas, llegó el primero de Fabián, que tras picar habilitado sometió al portero universitario.
Fasta siguió tocando, procurando desgastar al rival y amigarse con la pelota, déficit de otros partidos. Así, Roberto sorprendió por la derecha y cuando le salía el Uno le dijo a Pablo, “tomá y hacelo”.
Agobiados por el calor y el resultado, en el complemento la Tecnológica fue una sombra más. A propósito (va con onda) aseguran que lo apodan “Concesionaria Ford” (porque no tiene Gol) Bah, en la única jugada de peligro, entre Hugo y el palo les apagaron la última esperanza.
Después de muchos toques que llenaron los ojos de belleza y abren el crédito de cara a las finales, nuevamente Fabián se escapó por la derecha y le sirvió el gol a Javier, que entraba solo por el medio. 
El cuarto vino por un desborde de Pablo, que después de desairar a su marcador, fusiló de zurda el primer palo de arquero, a esa hora, más acostumbrado a habitar adentro que fuera del arco.
Finalmente, cuando promediaban los 20 minutos, Simón le puso una bocha exquisita a Javier, quien definió en soledad al palo más lejano del arquero. Podrían haber sido varios más, si el árbitro no le ponía off side a una hermosa vaselina de David, o si el propio Javier capturaba un cabezazo dentro del área chica (él asegura que lo tocaron de atrás…)
Un árbitro arbitrario
Volvamos a árbitro. Vale destacar algunos errores –HORRORES- de interpretación del reglamento. Primero, como el rival demoró en ingresar al campo, no tuvo mejor idea que empezar a contar los 40 minutos desde las 11.30, hora de inicio del partido. Moraleja, con suerte en el primer tiempo se jugó media hora (y eso que se paró el juego para tomar agua). Segundo, debió expulsar al arquero tecnológico cuando embolsó una pelota fuera del área. Y tercero, cuando Fasta convirtió el quinto (reitero, 25 minutos) dio por terminado el partido.
Un juez está para impartir justicia. Hacer que se cumpla el reglamento, que es una norma objetiva, ajena a cualquier sentimentalismo. Es decir, no puede ponerse del lado del “más débil” porque debería entender que, entre otros temas, la diferencia de gol es decisiva en la ubicación final de un equipo. 
Conste que esta apreciación se la hace aún después de un 5 a 0. O sea, no es de llorón. Insisto, los reglamentos están para ser cumplidos. Tanto cuando benefician como cuando perjudican. Y no confundamos caballerosidad con debilidad de carácter, ponciopilatismo o demagogia. Después, no vale quejarse sobre cómo está la provincia o el país.
Razones para creer
1) El equipo, técnica y colectivamente está en alza.
2) Roberto, Simón, Pablo, David, Fabián, están levantando su nivel.
3) Por segunda vez consecutiva mantuvimos el arco en cero.
4) Sergio, el DT, ordenó las piezas y cada uno responde según lo que tiene que hacer.
5) Todos están poniendo de su parte para que los cortocircuitos sean superados.
6) No hay lesionados graves.
Clasificados. Un obstáculo menos. Un incentivo más.
Ficha: Fecha: 12° - Cancha: 4 (Antena) - Rival: UTN - Resultado: 5 a 0 (2 a 0- 3 a 0)- Camisetas: Bernardo
Equipo: Sergio(DT), Simón, Héctor, Nico, Hugo, Fernando, Rober, David, Federico, Diego, Ricardo, Fabián, Tano, Ignacio, Rodrigo, Javier.
