sábado, 5 de septiembre de 2009

Contra Bella Vista


¿UNA LUZ AL FINAL DEL TUNEL?
Por el Dr. Ácido Úrico


No era un partido más.
Por el rival –Bella Vista, puntero e invicto, con el puntaje ideal- con quien Fasta disputara los clásicos más picantes de la B, y que seguramente querría pagar cara las últimas eliminaciones.
Por el equipo, acosado por viejos espectros que, al no ser exorcizados, cada tanto reaparecen para clavar su ponzoña en las zonas más débiles del grupo; un plantel que en lo humano y deportivo alterna buenas y malas. Un equipo, en definitiva, que se enfrenta al rival más temible de todos y al que no sabe cómo vencer porque está enquistado en su propio ser.
Si enfrentar a BV siempre supone una prueba de carácter, el desafío se potencia si durante la semana el equipo anuncia más bajas que una película de Rambo: Fabián, Federico, Héctor –esperamos que no sea lo peor- Félix, Roberto… Y la sequía continuó, a pesar del último chaparrón: a cinco minutos del partido, el equipo era tan corto que cabía –holgadamente- en un fitito.
Una buena: el retorno de Fabián, exultante por la milagrosa recuperación de su hermano, que hace una semana se debatía entre la vida y la muerte, al sufrir un accidente en la moto.
Como ingrediente extra, Ignacio hacía su debut de DT. Su receta era simple: orden –el inodoro va en el baño y no en la cocina- concentración y disciplina táctica. A eso le sumó un 1-3-1-3-1-2; es decir, un doble “rombo” (¿copiado de Renault?) un enlace y dos puntas.
Aplicando fielmente el libreto, Fasta tomó la iniciativa y mereció irse al descanso en ventaja. Fabián tuvo tres chances, en la más clara su bombazo cruzado abolló el travesaño. También Fernando –estrenando traje de delantero- llevó algo de peligro, y Diego asustó con sus tiros de media distancia.
¿Y BV? Un equipo llamativamente renovado, con ausencias importantes (los pelados 6 y 9) Bien agrupado atrás –por momentos defendió con línea de 5-. Aunque arriba, más inofensivo que un “chasky boom”.
En la segunda parte, los cambios obligados y el calor le quitaron ritmo al equipo. A propósito, una sugerencia para los organizadores. La cancha 6 tiene más pozos que YPF y no hay un milímetro cuadrado de sombra… Por favor, más equidad en los sorteos, ya que Fasta jugó dos partidos seguidos allí.
Así, achicharrados por el sol, con menos agua que Tafí Viejo, el partido se fue consumiendo al fuego lento del querer y no poder… Para destacar, el mano a mano que Hugo tapó con los mondongos... ¡Sensacional! Andujar podría aprender tanto de nuestro uno… También cortaron la monotonía un par de bombas de Diego que lamieron los palos y la expulsión de David, por insultar al agresor que le tatuó unos dedos en las encías…
Una de arena: Colectivamente, el equipo dejó una mejor imagen. Se ajustó a las indicaciones técnicas, tuvo pasajes de toques interesantes y estuvo muy concentrado en todas sus líneas, especialmente la defensa. Sólo faltó el último pase a la red.
Una de cal: Tal vez un psicólogo podría diagnosticarlo mejor, pero el equipo está desmotivado. Las faltas de compromiso son reiteradas: llegadas tardes, nadie saca fotos, nadie busca las pelotas, nadie se ofrece a escribir un comentario, faltó la planilla… Y cada vez son más los que, una vez terminado el partido, no pueden -¿no quieren?- quedarse al tercer tiempo.
Una de ácido muriático: Volvieron los actos de indisciplina. Un compañero, disgustado con otro, así porque sí abandonó el partido, perjudicando a todo el equipo. Tal vez sus motivaciones sean válidas –en todo planteo siempre hay semillas de verdad- pero no es la forma de resolver las diferencias.
También hubo mala cara en algunos cambios, y otro jugador, a pesar de que se le adelantó que en cinco minutos entraba, como el mago enmascarado se esfumó y “apareció” vestido de civil en el estacionamiento…
La intención no es herir susceptibilidades, pero debemos reflexionar. Y el que esté disconforme que lo diga, y si en el grupo no encuentra eco, que medite sobre qué le puede aportar al equipo o tome otros caminos. Pero no podemos perjudicar el bien común por ese rival, tan temible, tan sagaz que siempre tiene a mano los planos del crimen perfecto. Sin embargo, por más miedo que inspire, por más astucia que declame, es vulnerable si se lo combate en el terreno que más le duele: la virtud.
Sí, estoy hablando del rival más poderoso del campeonato. Y no es Bella Vista; tampoco Miguel Lillo… es nuestro PROPIO YO.
Nota: fotos de la fecha anterior.
Ficha: Fecha: 4° - Cancha: 6 (Antena) - Rival: Bella Vista - Resultado: 0 a 0 ()- Camisetas:?

No hay comentarios:

Publicar un comentario