sábado, 4 de julio de 2009

Contra Bella Vista - Cuartos de Final (Vta)

RICARDO, CORAZÓN DE LEÓN
Por el Dr. Acido Urico

Las cosas importantes se escriben de corrido. Con el corazón acelerado y los músculos tibios. No hay tiempo para el reposo, porque la alegría debe esparcirse a los cuatro vientos; que celebre el cielo con su hinchada de santos, mientras los ángeles y querubines, los tronos y las dominaciones, repiten a una sola voz: el equipo Fasta es semifinalista del Campeonato Docente de Fútbol.El partido empezó muy temprano -dos días antes- con arengas de Pablo y el Cura a los celulares de todo el equipo. También, como nunca antes, los muchachos llegaron temprano a la Antena para participar de la primera sorpresa preparada por Federico: un emotivo video que mezcla la historia del equipo con la de los caballeros templarios.
Con la adrenalina a full, después llegó la charla táctica de “Caruso” Schiavone, quien tras plantar un atrevido 3-3-1-3, entregó a cada jugador un papel motivador. Como en el puerto de Odessa, había que quemar las naves y disponerse a la batalla.
Sí, batalla, esa es la palabra porque había que ganar y BV no proponía otra cosa que raspar y hacer tiempo. A propósito, parecía que los muchachos se empacharon viendo al mago enmascarado porque apenas sonó el pito hicieron desaparecer la pelota…
Con fiereza en todos los rincones del césped, la pelota iba y venía sin un dominador. Fasta intentaba recargar el juego por izquierda con el Cura que, recurrentemente, era la víctima preferida del rival, más allá de que muchos de sus gritos parecían plagios de Sharapova y las gorditas Williams.
Sin grandes acciones -apenas se puede rescatar una emboquillada forzada de Fabián sobre la salida del arquero- terminó el primer tiempo. El 0 a 0 no servía para clasificar. Cuarenta minutos separaban de la gloria o Villa Urquiza.
Fernando, improvisado DT por suspensión, hizo ingresar al recuperado Camacho. La cancha es un taller metalúrgico que vomita chispas para todos lados. Por momentos, BV confunde garra con “garras”, ya que literalmente tira zarpazos de tapones, sea al tobillo, el muslo, la espalda…
Pero como reza el tango, primero hay que saber sufrir. Lo tuvo la visita con una vaselina de media distancia que sorprendió a Héctor Atila adelantado y abolló el travesaño. Después el 9 –que se iría con una seria distensión de tobillo- tuvo un mano a mano que Atila alcanzó a desviar con las garras de X-Men que le salen cuando está furioso.
El tiempo (y la clasificación) se consumen. Faltan 10’ y a llorar al velorio. Queda una esperanza: en un partido tan cerrado y en un día con menos juego que una placita abandonada, todo puede cambiar con una pelota parada. Dios, sólo una pelota parada…
La súplica es escuchada. Es a unos 25 metros del arco, levemente inclinada hacia la derecha. La pide Ricardo. Se relame. Lo “echa” al Cura que quiere patearlo. Ya probó antes, y jura que no fue gol porque rozó la cabeza de un compañero.
“Lo normal –piensa- es mandar un centro al segundo palo…” La altura del Negro lo tienta. “Tal vez haya un agarrón y el árbitro cobre penal…”. La defensa de BV piensa sus pensamientos. Todos van al segundo palo. “Sí –especula el arquero- pongo dos en la barrera y el resto a cortar el centro. Porque va a ser un centro…”.
Ricardo piensa. Recuerda. Le viene un flash de su niñez en la Bolívar (justo al frente de la cancha piruja) cuando improvisando barreras con tachos de pintura jugaba a los tiros libres. Y siempre entraban en el primer palo…
Ricardo sueña. Tendría las edades de Luciano y Gabriel sus hijos que a un costado del campo esperan el desenlace del tiro.
“Salgamos –grita el arquero, tan canchero que antes bajaba los tiros de pecho- Salgamos, que va al segundo palo…”
“Vamos, Riki”, le alientan sus alumnos del Reina, donde se reparte entre Formación Etica y Ciudadana, la fotocopiadora, sándwiches y gaseosas.
Dicen que escuchó una voz del cielo que le dijo: “Tu gol o el descenso del Santo. Elegí…”. Uy, qué dilema. “¿Justo a mí, que mi canto de cuna fue “Ciudadé…Ciudadé…?”
“Está bien –le contestó a la voz- Ninguno de los dos porque va al segundo palo…” Y Dios le creyó. Y el arquero y la barrera y todo BV, también. La pelota, siguiendo las leyes inexorables de la física, se arqueó junto a la barrera de dos para entrar, mansita, en EL PRIMER PALO…
Ahí corre “Riki”, “El Mocho”, como un loco desaforado, a gritarle el gol a su hijos, sobretodo al más chico, que le salió decano…
La victoria se ha consumado. El rival se entrega. Como una fiera domesticada a la voluntad de su amo, BV pretende reaccionar pero ya no tiene tiempo, porque lo ha consumido, precisamente, haciendo tiempo.
Suena el silbato. El cielo se estremece con el triunfo del “Cruzado”.
Ungido por el óleo de la victoria, los guerreros regresan a sus hogares seguros de poder ver a los ojos a sus seres queridos, que no tendrán nada para reprocharles. Porque lo han dado todo.
¡Salud, Fasta! Has subido un escalón. Estás más cerca del cielo.

FICHA: Cuartos de Final (vuelta) - Rival: Bella Vista - Resultado: 1 a 0 - Goles: FASTA 72min- Camisetas:?.

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