A LOS GUERREROS DE TEMPLE
por el Dr. Acido Ùrico.jpg)
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Por varios motivos, podría decirse que el clásico Fasta – Bella Vista comenzó a jugarse unos días antes del sábado. El silbato sonó primero en la cancha virtual de ambos foros con algunas chicanas propias del folklore del fútbol. Para Fasta, un partido difícil –sí- pero uno más; para BV, la “final del mundo”, impulsado por el deseo de cobrarse venganza de las derrotas del año pasado (1 a 0, con descenso incluido) y del reciente Apertura (4 a 3).
Y tal vez allí esté la primera razón –no la única- de lo que sucedió en el partido. Porque BV, herido en su amor propio, salió con los dientes apretados y la pierna caliente, y nosotros, como un flagelo hasta ahora cuasi congénito, livianitos y desconcentrados.
Así sucedió lo inevitable. Como el equipo no hacía pie y tenía menos marca que la pilcha del Persia, el rival nos arrinconó contra las cuerdas. Precisamente de un corner llegó el primer sirenazo de alarma. El padre Enrique, en su afán de cortar el centro, no hizo más que bajarla con la mano. El juez, inflexible, dio penal, que gracias a todos los santos salió apenas desviado, porque Héctor “Atila” se había lanzado hacia el otro palo.
BV siguió presionando y el gol, como una fruta madura, cayó por su propio peso. Tras un desborde y centro por la izquierda, un atacante definió, tras sacarse de encima a Héctor.
Tras cartón, Roberto se resintió de un viejo tirón y debió darle su lugar a Ricardo, que había llegado tarde. “Creía que el partido era a las 10”, le confesó a Tití Fernández en el entretiempo. Bué…
Tal vez sin haber hecho muchos méritos, Fasta llegó enseguida al empate, tras un eslalon del padre Enrique, quien pisando el área, ejecutó un zurdazo esquinado, que dejó al arquero más duro que las estatuas vivientes de la Peatonal. Golazo.
Luchando contra viejos fantasmas, BV se quedó. Pudimos pasar al frente con los cabezazos de Ricardo y Fabián, pero la pelota hacía lo imposible por entrar, hasta que se rindió a los encantos de un rival quien, muy caballero, hizo el gol por nosotros…
El segundo tiempo se dio como lo esperábamos: BV salió desesperado a buscar el empate y, en parte favorecido por su garra y la complicidad del árbitro, nos metió en un arco. Allí se vio todo el potencial de Héctor que, con un par de vuelos mágicos, evitó el empate, demostrando que el apodo de “Atila, el Rey de los Unos”, le sienta a la perfección.
Agobiado por el reloj, BV se lanzó al ataque, dejando algunos huecos que Fasta no supo aprovechar. Lo tuvo Fabián, definiendo apenas desviado por encima del arquero; el Negro Mario pudo por dos veces, en una cayéndose increíblemente cuando debía enviar el centro atrás. También Pablo probó un par de veces, pero con tan mala suerte que sus tiros salían débiles a las manos del arquero.
Finalmente, en uno de los 70 mil foules que BV tuvo a su favor, llegó el empate tras un centro al segundo palo.
La igualdad, de acuerdo al trámite del partido, no era un mal resultado, teniendo en cuenta que a igualdad de puntos, clasifica el equipo mejor ubicado en el Apertura. Pero como nos sucedió en otros juegos, no supimos conservar la pelota, y con un bombazo esquinado, BV volvió a pasar al frente.
A pesar de la reacción final, a pesar del incesante aliento de los chicos de 9° año, Fasta no pudo o no supo empatar.
Queda la revancha. De no padecer la fiebre del conejo o un cataclismo interplanetario, podremos contar con Matías, jugador fundamental en el quite y distribución del mediocampo.
Ganando por un gol, estamos en la semifinal.
Si el corazón quiere el cuerpo puede.
Que los tibios maldigan la hora de haber nacido y los inseguros se escondan en sus madrigueras. Que los desesperanzados emigren al Valle del Nunca Jamás.
Los otros, los que creen haber nacido para los retos gigantes, nos vemos en el campo de batalla. Para vencer la ansiedad, afilen sus armas e imploren al Todopoderoso que los asista para librar el Buen Combate, ungidos con el óleo de la victoria.
Es hora de demostrar de qué estamos hechos.
Nos separa una semana para saberlo.
FICHA: Cuartos de Final (Ida) - Rival: Bella Vista - Resultado: 2 a 3 - Goles: - Camisetas:?.
Y tal vez allí esté la primera razón –no la única- de lo que sucedió en el partido. Porque BV, herido en su amor propio, salió con los dientes apretados y la pierna caliente, y nosotros, como un flagelo hasta ahora cuasi congénito, livianitos y desconcentrados.
Así sucedió lo inevitable. Como el equipo no hacía pie y tenía menos marca que la pilcha del Persia, el rival nos arrinconó contra las cuerdas. Precisamente de un corner llegó el primer sirenazo de alarma. El padre Enrique, en su afán de cortar el centro, no hizo más que bajarla con la mano. El juez, inflexible, dio penal, que gracias a todos los santos salió apenas desviado, porque Héctor “Atila” se había lanzado hacia el otro palo.
BV siguió presionando y el gol, como una fruta madura, cayó por su propio peso. Tras un desborde y centro por la izquierda, un atacante definió, tras sacarse de encima a Héctor.
Tras cartón, Roberto se resintió de un viejo tirón y debió darle su lugar a Ricardo, que había llegado tarde. “Creía que el partido era a las 10”, le confesó a Tití Fernández en el entretiempo. Bué…
Tal vez sin haber hecho muchos méritos, Fasta llegó enseguida al empate, tras un eslalon del padre Enrique, quien pisando el área, ejecutó un zurdazo esquinado, que dejó al arquero más duro que las estatuas vivientes de la Peatonal. Golazo.
Luchando contra viejos fantasmas, BV se quedó. Pudimos pasar al frente con los cabezazos de Ricardo y Fabián, pero la pelota hacía lo imposible por entrar, hasta que se rindió a los encantos de un rival quien, muy caballero, hizo el gol por nosotros…
El segundo tiempo se dio como lo esperábamos: BV salió desesperado a buscar el empate y, en parte favorecido por su garra y la complicidad del árbitro, nos metió en un arco. Allí se vio todo el potencial de Héctor que, con un par de vuelos mágicos, evitó el empate, demostrando que el apodo de “Atila, el Rey de los Unos”, le sienta a la perfección.
Agobiado por el reloj, BV se lanzó al ataque, dejando algunos huecos que Fasta no supo aprovechar. Lo tuvo Fabián, definiendo apenas desviado por encima del arquero; el Negro Mario pudo por dos veces, en una cayéndose increíblemente cuando debía enviar el centro atrás. También Pablo probó un par de veces, pero con tan mala suerte que sus tiros salían débiles a las manos del arquero.
Finalmente, en uno de los 70 mil foules que BV tuvo a su favor, llegó el empate tras un centro al segundo palo.
La igualdad, de acuerdo al trámite del partido, no era un mal resultado, teniendo en cuenta que a igualdad de puntos, clasifica el equipo mejor ubicado en el Apertura. Pero como nos sucedió en otros juegos, no supimos conservar la pelota, y con un bombazo esquinado, BV volvió a pasar al frente.
A pesar de la reacción final, a pesar del incesante aliento de los chicos de 9° año, Fasta no pudo o no supo empatar.
Queda la revancha. De no padecer la fiebre del conejo o un cataclismo interplanetario, podremos contar con Matías, jugador fundamental en el quite y distribución del mediocampo.
Ganando por un gol, estamos en la semifinal.
Si el corazón quiere el cuerpo puede.
Que los tibios maldigan la hora de haber nacido y los inseguros se escondan en sus madrigueras. Que los desesperanzados emigren al Valle del Nunca Jamás.
Los otros, los que creen haber nacido para los retos gigantes, nos vemos en el campo de batalla. Para vencer la ansiedad, afilen sus armas e imploren al Todopoderoso que los asista para librar el Buen Combate, ungidos con el óleo de la victoria.
Es hora de demostrar de qué estamos hechos.
Nos separa una semana para saberlo.
FICHA: Cuartos de Final (Ida) - Rival: Bella Vista - Resultado: 2 a 3 - Goles: - Camisetas:?.
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