Como Espartanos
Los HéroesSavora no pudo estar en el partido, por eso buscamos un reemplazante. A continuación el artículo de... Savorita
Por Savorita
Una camiseta transpirada, llena de tierra, junto a unos botines ya cansados de tanto luchar, fueron los resabios del partido de hoy.
Decía un sabio anciano: ¡Hay que amar la camiseta! Y creo que hoy, sinceramente, la embriagamos de amor.
Veníamos de dar un tropezón en un partido perdido con la UNSTA que tuvo sabor a que lo podríamos haber ganado, lo cual hacía mas dura la derrota, y para que el tropezón se hiciera caída, sufrimos una deshonra con un título que nos tildaba injustamente de mal perdedores. Veníamos de dar un tropezón y con la mentalidad un poco dubitativa y…Sonó el silbato y salvo algunos aislados gritos de aliento, todo parecía presagiar una nueva derrota que nos dolía de antemano, porque hoy también, queríamos aportar un granito de arena mas para estar entre los doce primeros que disputen las finales. Gran parte del plantel no estaba presente en la cancha, tuvimos enfermos: Álvaro y Fernando, tuvimos algún lesionado: Fabián, y tuvimos algunos que por circunstancias de la vida fam
iliar no pudieron hacerse presentes: Federico, Bernardo y Sergio. Nos faltaron algunos guerreros, que seguro estarán con la sangre en el ojo por no haber vivido estos momentos, pero ya habrá oportunidad porque…¡cada partido debe ser así!
Casi todos los que pudimos ir, estuvimos en la cancha.
Éramos solo 8. Ellos completos. Cualquiera pensaría que el rival tenía una ventaja en esto, pero la superioridad les jugó en contra porque nos hizo surgir lo mejor de cada uno. Se despertó el batallador que llevamos dentro, y el sacrificio que dejamos en la cancha para aguantar los minutos hasta completar los 11, se notó en todo el partido, y sobretodo al final, donde a pesar de todo lo entregado hasta ese momento, nos supimos mantener encarnizadamente firmes.
Algunos dirán: “ganaron de suerte porque el gol del triunfo se lo hicieron en contra”, pero no hay que olvidarse, que el segundo gol que nos hacen se lo regalamos. Gol por gol.
Exhaustos, sin aire, con menos jugadores, sin agua en el entretiempo, sin cambios, con posiciones adelantadas y laterales inexistentes en contra, con calambres contenidos y dolores ignorados, sin técnico y casi sin aliento, solo con el corazón guiado por la inteligencia que nos susurraba: “se puede, se puede, se puede”dimos vuelta un dos a cero durísimo que parecía ser definitorio y tuvo sabor a gesta. Un sutil pase a la red de David después de un corner, una calibrada media vuelta de Pablo de media distancia, y un corner de Pablo que se metía al arco rival y que un defensor no supo despejar, nos dieron el triunfo. Tres Gritos contenidos, exhalados con un suspiro y un bosquejo en los labios nos marcaron el rumbo del partido, pero ¿también del campeonato?. Creo que si. Nos podríamos preguntar como al comienzo del partido ¿Podremos?, ¿Llegaremos?. Eso lo dirá el tiempo, pero depende de nosotros, creo que tenemos que aprender que se puede, aún frente a lo mas imposible, pero por sobretodo que podemos ser campeones de nosotros mismos dejando todo, todo, todo. Dejar todo no nos garantiza el campeonato, pero sí sabemos que es el mejor camino para dar la batalla, y además aún derrotados futbolísticamente, en conciencia seremos campeones. Se puede. Podemos. Pudimos.
Además, mas allá de todo, jugamos limpio, muy limpio, sin agresiones al rival. Dimos combate a muerte, pero como caballeros, como corresponde, haciendo honor a la Cruz de templario que llevamos en el pecho. Con mucho estilo. De eso también debemos aprender. Porque eso nos debe identificar como equipo.
Quedarán para la historia los piques acertados de Ignacio, los tiros potentes del cura Enrique, la lucha de Roberto, las proyecciones de Mario, los quites de Hugo, las salvadas de Ricardo, las pelotas tapadas de Augusto, los pases de Schiavone, las corridas de Cardozo, las paredes de David y la lucha por la pelota de Matías y todas aquellas jugadas que no salieron…
Pero también quedará para la historia este día en nuestro equipo, porque hoy marcamos un camino que nos debe preparar para la etapa mas dura para nosotros de este campeonato, porque jugamos con los punteros
Otra vez en una aparente desventaja, ¿Sacaremos lo mejor de nosotros?.La historia estará por escribirse. La escribiremos nosotros al vestir con asombro y orgullo la camiseta que amamos y al calzarnos los botines que llevan nuestra historia.
Ojalá que después de cada partido jugado como caballeros podamos repetir ...Una camiseta transpirada, llena de tierra, junto a unos botines ya cansados de tanto luchar, fueron los resabios del partido de hoy. ¡¡Dale FASTA!!!, ¡¡¡Dale campeón!!!¡¡¡Vamos che!!!
Estado en que quedaron los jugadores
Decía un sabio anciano: ¡Hay que amar la camiseta! Y creo que hoy, sinceramente, la embriagamos de amor.
Veníamos de dar un tropezón en un partido perdido con la UNSTA que tuvo sabor a que lo podríamos haber ganado, lo cual hacía mas dura la derrota, y para que el tropezón se hiciera caída, sufrimos una deshonra con un título que nos tildaba injustamente de mal perdedores. Veníamos de dar un tropezón y con la mentalidad un poco dubitativa y…Sonó el silbato y salvo algunos aislados gritos de aliento, todo parecía presagiar una nueva derrota que nos dolía de antemano, porque hoy también, queríamos aportar un granito de arena mas para estar entre los doce primeros que disputen las finales. Gran parte del plantel no estaba presente en la cancha, tuvimos enfermos: Álvaro y Fernando, tuvimos algún lesionado: Fabián, y tuvimos algunos que por circunstancias de la vida fam
iliar no pudieron hacerse presentes: Federico, Bernardo y Sergio. Nos faltaron algunos guerreros, que seguro estarán con la sangre en el ojo por no haber vivido estos momentos, pero ya habrá oportunidad porque…¡cada partido debe ser así!Casi todos los que pudimos ir, estuvimos en la cancha.
Éramos solo 8. Ellos completos. Cualquiera pensaría que el rival tenía una ventaja en esto, pero la superioridad les jugó en contra porque nos hizo surgir lo mejor de cada uno. Se despertó el batallador que llevamos dentro, y el sacrificio que dejamos en la cancha para aguantar los minutos hasta completar los 11, se notó en todo el partido, y sobretodo al final, donde a pesar de todo lo entregado hasta ese momento, nos supimos mantener encarnizadamente firmes.
Algunos dirán: “ganaron de suerte porque el gol del triunfo se lo hicieron en contra”, pero no hay que olvidarse, que el segundo gol que nos hacen se lo regalamos. Gol por gol.
Exhaustos, sin aire, con menos jugadores, sin agua en el entretiempo, sin cambios, con posiciones adelantadas y laterales inexistentes en contra, con calambres contenidos y dolores ignorados, sin técnico y casi sin aliento, solo con el corazón guiado por la inteligencia que nos susurraba: “se puede, se puede, se puede”dimos vuelta un dos a cero durísimo que parecía ser definitorio y tuvo sabor a gesta. Un sutil pase a la red de David después de un corner, una calibrada media vuelta de Pablo de media distancia, y un corner de Pablo que se metía al arco rival y que un defensor no supo despejar, nos dieron el triunfo. Tres Gritos contenidos, exhalados con un suspiro y un bosquejo en los labios nos marcaron el rumbo del partido, pero ¿también del campeonato?. Creo que si. Nos podríamos preguntar como al comienzo del partido ¿Podremos?, ¿Llegaremos?. Eso lo dirá el tiempo, pero depende de nosotros, creo que tenemos que aprender que se puede, aún frente a lo mas imposible, pero por sobretodo que podemos ser campeones de nosotros mismos dejando todo, todo, todo. Dejar todo no nos garantiza el campeonato, pero sí sabemos que es el mejor camino para dar la batalla, y además aún derrotados futbolísticamente, en conciencia seremos campeones. Se puede. Podemos. Pudimos.
Además, mas allá de todo, jugamos limpio, muy limpio, sin agresiones al rival. Dimos combate a muerte, pero como caballeros, como corresponde, haciendo honor a la Cruz de templario que llevamos en el pecho. Con mucho estilo. De eso también debemos aprender. Porque eso nos debe identificar como equipo.
Quedarán para la historia los piques acertados de Ignacio, los tiros potentes del cura Enrique, la lucha de Roberto, las proyecciones de Mario, los quites de Hugo, las salvadas de Ricardo, las pelotas tapadas de Augusto, los pases de Schiavone, las corridas de Cardozo, las paredes de David y la lucha por la pelota de Matías y todas aquellas jugadas que no salieron…
Pero también quedará para la historia este día en nuestro equipo, porque hoy marcamos un camino que nos debe preparar para la etapa mas dura para nosotros de este campeonato, porque jugamos con los punteros
Otra vez en una aparente desventaja, ¿Sacaremos lo mejor de nosotros?.La historia estará por escribirse. La escribiremos nosotros al vestir con asombro y orgullo la camiseta que amamos y al calzarnos los botines que llevan nuestra historia.
Ojalá que después de cada partido jugado como caballeros podamos repetir ...Una camiseta transpirada, llena de tierra, junto a unos botines ya cansados de tanto luchar, fueron los resabios del partido de hoy. ¡¡Dale FASTA!!!, ¡¡¡Dale campeón!!!¡¡¡Vamos che!!!
Estado en que quedaron los jugadores
No hay comentarios:
Publicar un comentario